Algunas investigaciones han demostrado que la participación activa de los investigadores en Twitter puede ser una poderosa manera de promover y difundir los resultados académicos y de mejorar sus índices de citación. Pero, ¿será cierto también para las revistas que tienen cuenta de Twitter? José Luis Ortega —investigador asociado del Cybermetric Lab del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España— estudió la actividad en Twitter de 350 revistas científicas, y analizó cómo sus artículos fueron tuiteados y citados. Los resultados revelaron que los artículos de publicaciones que tienen su propio usuario de Twitter son más tuiteados que aquellos artículos de publicaciones cuya única presencia en Twitter es a través de una sociedad científica o de una cuenta del editor. Los artículos publicados en revistas con cualquier tipo de presencia en Twitter reciben más citas que aquellas publicadas en revistas sin cuentas de Twitter.
Al comienzo de este año, José Luis Ortega escribió sobre cómo la participación de académicos en Twitter puede influir en la cantidad de tuits sobre sus artículos. Basándose en resultados de investigaciones previas, explicó que los artículos científicos de autores que tienen un usuario de Twitter son más tuiteados y, por extensión, son favorecidos en su futuro índice de citación. Estos resultados dejaron en claro que la divulgación (medida en tuits) es de gran importancia para el impacto científico (medido en citas), lo que derivó en la pregunta de hasta dónde el índice de citas es un reflejo de la divulgación más que de la calidad de la investigación.
Siguiendo esta línea, una investigación más reciente de Ortega exploró la actividad de las revistas en Twitter, y analizó cómo sus artículos son tuiteados y citados. Se consideraron 4.176 artículos de investigación de 350 revistas académicas obtenidas desde el proveedor de métricas alternativas PlumX. Las revistas fueron clasificadas en cuatro categorías, de acuerdo a su nivel de vinculación con Twitter:
- Revistas con su propio usuario de Twitter.
- Revistas sin usuario propio, pero cuyo dueño (asociación profesional, sociedad científica, etc.) sí tiene cuenta de Twitter.
- Revistas cuya única presencia en Twitter es a través de la cuenta de su editor (Elsevier, Wiley, etc.)
- Revistas sin ningún tipo de presencia en Twitter.
Luego de la transformación de los registros de acceso y de la normalización de los tiempos de las cuentas, el promedio de tuits y las citas recibidas por las revistas fueron comparados estadísticamente.
Los resultados demostraron que los artículos de revistas con su propia cuenta son tuiteados, en promedio, un 46% más que los artículos de revistas sin una cuenta de Twitter; un 36% más que los artículos de revistas con una cuenta del dueño de la publicación y un 25% más que los artículos de revistas con una cuenta de la editorial. Sin embargo, al mirar la cantidad de citas, la variación más significativa se encontró en relación a los artículos cuyas revistas y editoriales tienen una cuenta en Twitter, los que consiguieron, en promedio, un 34% y 32% más de citas que los artículos de revistas que no tienen cuenta de Twitter. Este resultado nuevamente confirma la poderosa relación entre la divulgación y el índice de citas, destacando que la difusión de los resultados de investigación en Twitter mejora, en el largo plazo, el número de citas que reciben los productos académicos.
Pero la sola presencia de las revistas en Twitter no es suficiente para entender la manera en que la divulgación en esta red social favorece la cantidad de tuits y citas de un artículo de investigación. ¿Qué tipo de acción tiene mayor influencia en el éxito de un artículo en Twitter? Para responder a esta pregunta, Ortega realizó un análisis de regresión para estimar el efecto de las métricas de redes sociales (por ejemplo: número de tuits, seguidores, y usuarios seguidos) de una cuenta de Twitter sobre el impacto académico (citas) y la divulgación (tuits) de sus artículos de investigación. Los resultados mostraron que la cantidad de seguidores es la única variable significativa en el modelo (β = 0,47), lo que sugiere que la cantidad de seguidores tiene un efecto positivo en el número de tuits que recibe un artículo. Específicamente, un aumento del 10% de los seguidores puede provocar el crecimiento de las menciones en Twitter en un 4,7%. Por otro lado, el mismo aumento del 10% de seguidores produciría un aumento de citas de sólo 2,8%. Este porcentaje mejora (3,4%) solo si se consideran las revistas que tienen su propia cuenta. Este resultado entrega aun más evidencia de que el esfuerzo de mantener una gran red de seguidores no es suficiente para mejorar el índice de citas de un artículo.
Estos resultados dejan claro que la presencia institucional de revistas académicas en Twitter es fundamental para la divulgación y visibilidad de su producción. Las revistas debieran considerar Twitter como una herramienta importante para ampliar sus públicos y hacer seguimiento del impacto social que tienen sus publicaciones. Más aun, los resultados sugieren que la mejor estrategia para promover las revistas es tener una cuenta propia, lo que podría tener el beneficio de otorgar una identificación social clara a la revista, y monitorear en detalle el involucramiento en redes sociales y el impacto de sus publicaciones.
Si bien es cierto que la actividad de una revista en Twitter puede afectar el número de tuits y citas que reciben sus artículos, estos resultados debieran ser interpretados en términos de divulgación, es decir, en el modo en que la comunicación de los productos de investigación tiene impacto en un público específico de investigadores que usa esa información para futuros estudios. Mientras más se comparta un artículo en redes sociales, repositorios, blogs, sitios de noticias, etcétera, más amplio es el público que alcanza, y aumenta la probabilidad de ser citado por colegas. Estos resultados debieran ser considerados por los editores como una forma de medir el esfuerzo que están haciendo para mejorar la capacidad de las revistas de ser descubiertas y no como una manera de evaluar la calidad o el impacto académico. El número de menciones en Twitter debe ser entendido como una métrica de divulgación, no como un indicador de impacto académico.
Este artículo es una versión del publicado por José Luis Ortega en LSE Impact Blog. La traducción es de Javiera Sandoval. Imagen: Tweet if you like the lights de Bex Walton, licencia CC BY 2.0.
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